Dos más dos

El ejercicio mas difícil para mi en este período de tiempo tan atípico….es y fue poder ponerme en el lugar del otro. Lo he trabajado y le pongo empeño…pero… no puedo entender a los que hablan del «fracaso» de la cuarentena en la población argentina porque algunas áreas de Buenos Aires vuelven a fase 1.

No entiendo como se pueden sumar vidas salvadas y restarle valor económico para medir y titular «El fracaso de la cuarentena». Si la vida salvada fuera la de tú padre…tú madre…tú tío…¿cuanto vale esa vida?. ¿Cuanto pagarías por salvar a tu madre?. Hagamos el ejercicio de pensarlo. Yo daría todo lo que tengo y lo que no tengo. Lo que me llevo años lograr, lo daría sin dudarlo.

¿Como se puede pensar en muertos que no han muerto porque se realizó una medida preventiva de aislamiento desde la medicina social y comunitaria?. ¿Qué los hace pensar que si no había cuarentena en Argentina estaríamos con una de las tasas de mortalidad mas bajas a nivel mundial?…¿Maradona y el Papa son argentinos….por eso somos diferentes al mundo?. Que la cuarentena es cara!….¿es cara?…. ¿Cuanto pagarías por que no muera tu familiar que tanto te ha dado?.

Quiero entenderlos. A los que hablan que porque hay pocos muertos la cuarentena fué un error…quiero entenderlos! Pero no puedo. No soy partidario de ningún partido político. Y lamentablemente (o no dada la situación actual) soy un médico más de este país que tiene que rebuscárselas sintiendo que el sistema público me excluyó aunque amara mis trabajos. No me siento (ni me sentí) valorado por ninguno de los gobiernos que pasaron por mis años en salud publica a pesar de no haberme guardado nada en mi profesión a las comunidades con las que trabajé. Por eso ya no espero sus aumentos, ni sus bonos, ni que me paguen cada 6-8 meses. Antes y ahora se tiró y se tira el dinero de los argentinos….sin dudas…salud y educación públicas hacen lo que pueden…el dinero es para pocos del mismo palo… y en excesos para actividades no esenciales…sin embargo…la medida instaurada ha salvado a muchos…que claro….no los vemos muertos porque están vivos….y tenemos fuerzas para protestar por la economía porque nuestros familiares están vivos.

Quizá la clave sea en que haya que ver los muertos acá…en el departamento de enfrente, en la familia de al lado o en nuestra propia casa para entender de una vez que lo que hicimos y hacemos es lo que hay que hacer. Sin embargo me niego a pensar de esta manera porque he visto los efectos que produce la gravedad de la enfermedad…no en el que se va…si no en los que quedan. Sean familiares o no. Cuando alguien trae un paciente complejo a la guardia y lo deposita en manos del equipo de salud: sus ojos piden a gritos: por favor haga lo que sea para salvarlo!. Muchas veces eso ocurre y la guardia es una fiesta…pero muchas otras…cuando la muerte es inevitable…el silencio es literalmente: sepulcral! y no he escuchado ni una sola vez que un familiar salga de la guardia luego de recibir esa noticia diciendo «que bien!, ya no tengo que gastar dinero en este familiar!». Las vidas no se miden en pérdidas económicas!

No quiero estar en la piel de mis colegas (equipo de salud….no solo médicos) en estos momentos. No quisiera tener que dar la noticia a ninguna familia: «su familiar esta grave, necesita respirador…pero están todos ocupados».

Muchas veces hay accidentes. Para definir accidente debemos decir que la lesión o muerte resultante no podía ser impedida de ningún modo. Una caída con fractura de cráneo por manejar una moto en picadas sin casco y alcoholizado…no es un accidente, se podía prevenir. Cuando en la guardia muere un paciente de causa prevenible la amargura se multiplica y dura mucho tiempo en digerirse.

No quiero estar en el lugar de mis colegas viendo mucha gente morir de causa prevenible. El coronavirus es muy virulento (altamente contagioso) y con alta letalidad (mueren muchos de los afectados)…pero se previene con solo 2 «metritos» de distancia entre personas en dialogo…2 tapabocas caseros…y el aislamiento social sobretodo de los grupos de riesgo.

Parecía que me agotaba de pelear por lo que creo…pero insisto para que mis allegados al menos puedan repensar la «anticuarentena». Si están agotados para pensar en vidas prevenibles porque prefieren pensar en el costo, lo entiendo, pero por favor…dejen los dos metritos.
De todos modos, claro está, somos responsables de nuestros actos como argentinos y en vez de pedir testeos, respiradores, controles y etc…pensemos…todo es tan sencillo como 2 metros y 2 tapabocas.

Nicolás Hollmann – MP 9322
Especialista en Medicina Familiar
Especialista en Medicina del Deporte
 Triatleta

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