Desde los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, los representantes argentinos en vela han demostrado una consistencia impresionante, volviendo a casa con medallas en cada edición, excepto en Tokio 2021. Mateo Majdalani y Eugenia Bosco han continuado con esta tradición al ganar la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París 2024, reafirmando el prestigio de Argentina en este deporte.
La racha de medallas para Argentina en vela comenzó en Atlanta 1996, cuando Carlos Espíndola se llevó la plata en la Clase Mistral. La mejor actuación histórica llegó en Sídney 2000, donde Argentina cosechó tres medallas: una de plata nuevamente para Espíndola en Clase Mistral, y dos de bronce para Javier Conte y Juan de la Fuente en Clase 470, y Serena Amato en Clase Europa.
Atenas 2004 y Beijing 2008 continuaron con la recolección de medallas para Espíndola, esta vez de bronce, acompañado por Santiago Lange en la Clase Tornado. Londres 2012 trajo más éxitos, con Lucas Calabrese y Juan de la Fuente logrando el bronce en la Clase 470.
El momento más glorioso llegó en Río 2016, donde Santiago Lange y Cecilia Carranza hicieron historia al conseguir el oro en Nacra 17, emocionando a toda la nación.
En París 2024, Majdalani y Bosco han seguido sumando al medallero argentino, alcanzando la plata en Nacra 17 después de una destacada actuación en la que solo fueron superados por los italianos Ruggero Tita y Caterina Banti.
Aunque Tokio 2021 fue la única excepción en esta increíble racha de éxitos, cuando Lange y Carranza terminaron en séptimo lugar, la vela argentina sigue siendo un símbolo de perseverancia y excelencia en los Juegos Olímpicos.