El río Paraná tocó un récord de escasez hídrica que provoca pérdidas económicas a diario por el sobrecosto logístico. Además, muchos compradores prefieren optar por completar sus cargamentos con exportaciones de otros países como Brasil.

En medio de la campaña comercial de la soja y de todos los productos agroindustriales, la hidrovía Paraná-Paraguay atraviesa una de las mayores bajantes en su historia. La situación climática impide que los busques en el puerto de Rosario salgan completos y actualmente lo hacen con entre un 30% y un 50% menos de cargamento, por la baja profundidad. Por el sobrecosto que significa para los productores tener que pagar más fletes para transportar la misma mercadería, se estima que el sector perderá u$s 400 millones.

Según los registros oficiales de la Bolsa de Comercio de Rosarios (BCR), la actual bajante del río Paraná es un fenómeno que se registra desde el año pasado -aunque lejos de un mínimo como el actual- y continuará de esta manera hasta fin de año.

«Hoy estamos en un 60% promedio de cargas, no podemos terminar ninguna carga y eso implica que muchos van a cargar a Brasil, obviamente con mercadería brasilera y exportación de ellos, por lo tanto, también hay una reducción de divisas en los últimos meses vinculada a esta bajante», señaló Gustavo Idígoras, presidente de la cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara).

De acuerdo a las cifras de Ciara, se cargan entre 7.000 y 15.000 toneladas menos por barco. Dependiendo el tamaño de los navíos las pérdidas pueden ser de 8 millones de dólares diarios por barco.

La situación va a empeorar porque río arriba hay menos agua. El mayor impacto económico es que nuestros fletes son más caros y, a la hora de competir contra otros países los productores tienen que vender más barato sus productos. Se calcula que el sobrecosto es de 10 dólares por tonelada y en total en todo el año se perderán aproximadamente 400 millones de dólares», explicó al diario El Cronista Luis Zubizarreta, presidente de la cámara de puertos privados de Argentina (CPPC).

De esta manera, por la escasa profundidad de una de las hidrovías más extensas del planeta, los barcos completan sus bodegas en los puertos de Quequén y Bahía Blanca en la Argentina y, de Montevideo y Brasil en el exterior. En nuestro país por la hidrovía se transportan 125 millones de toneladas de productos y el 91% de esa carga es en containners.

Exactamente este domingo 4 de julio la altura del hidrómetro de Rosario fue de dos centímetros y hace dos años, el 4 de julio de 2019, era de cuatro metros con 35 centímetros. En 2020, cuando había comenzado este fenómeno pero tenía una menor magnitud había un metro.

«Actualmente los buques están obligados a salir con menos carga y al ser un costo fijo a distribuir entre menos toneladas cuesta mucho más transportarla», señaló Alfredo Sesé, secretario técnico de la comisión de transporte e infraestructura de la BCR.

A través del Paraná sale el 85% de las cosecha de soja y maíz. Por eso, por las bajantes del año pasado ya se había generado un sobrecosto logístico de entre 240 y 250 millones de dólares de acuerdo a los cálculos de la Bolsa de Rosario.

Los especialistas esperan que las lluvias de verano mejoren la situación del tráfico fluvial por la hidrovía, sin embargo aclaran: «El río Paraguay responde más rápido porque no hay represas, el Paraná tarda más en responder: tanto en bajar como en crecer».

Fuente: El Cronista

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